Una única pieza que sobrepasa los treinta minutos y minutos de duración es lo que nos presentan Orthodox en su último trabajo discográfico. Un ejercicio tan duro como denso para él que se han hecho acompañar del saxofonista griego, afincado en Málaga, Aquiles Polychronidis.
Un trío que campa a sus anchas por la esencia del doom más lento y angustioso a la par que por campos cercanos al free jazz. Sin duda otro paso dentro de la carrera de una formación que nunca ha pecado de inmovilista, y, que, enmarcada en una coherencia sonora, ha hecho nuevamente disco todas sus apetencias. El poso de las horas de vuelo junto a Dead Neanderthals, dicho por ellos mismos, es una de las piedras de toque, que justifican un tratado donde el contenido, complejo a la par que primitivo, es igual de importante que el registro crudo donde se ubica.
Un disco duro de digerir y que será del agrado de los consumidores habituales de los productos de Utech Records, que ya conocían parte del universo de Marco Serrato por la edición en el mismo de Jacob, el proyecto que comparte junto a David Cordero. Sin embargo el seguidor de Orthodox, puntual o acérrimo, tampoco debe escuchar con recelo ‘Supreme’. Según el ‘background’ personal el acercamiento al mismo será más o menos directo siendo el resultado definitivo casi siempre orthodoxvictorioso ¿La clave? Que con oído entrenado, y varias escuchas, se puede apreciar todo el camino recorrido desde ‘Gran poder’ hasta la actualidad.
Trece años de mucho más que música en solamente una idea sonora heterodoxa y oscura. De esta manera, ‘Supreme’ se reivindica como una construcción oclusiva, cargada de aristas, experimental y alejada de esas grabaciones que suenan aptas para todos los públicos. Llámenme carroza por la expresión, pero estamos ante un disco cañero
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