Aunque en la década de los noventa Tom Waits grabase dos obras tan esenciales como “Bone Machine” y “Mule Variations”, aquella no deja de ser una década poco fructífera en relación al resto de su carrera. En cambio, da la impresión de que la llegada del nuevo siglo supuso un revulsivo para el artista, con lo que no deja de ofrecer material, como bien demuestra esta ambiciosa compilación de descartes de su etapa en Anti. Cincuenta y seis canciones, treinta de ellas totalmente nuevas, repartidas en tres bloques bien diferenciados en tres compactos distintos: “Brawlers”, “Bawlers” y “Bastards”. El primero sirve a Waits para retorcer el blues a su manera, para desplegar su estampa más rockera –sin olvidar toda su cacharrería- y recorrer los pantanos como en tiempos de “Down By Law”.
De este primer bloque, destacan: “Lie To Me”, con la pegada de un “Big In Japan”; “Lowdown”, que desarma a base de contundencia sonora; “Road To Peace”, siete minutos inspiradísimos, políticos y muy críticos; y “The Return Of Jackie And Judy”, una de las dos versiones de Ramones que se incluyen aquí. En “Bawlers”, apuesta por las baladas sobre perdedores, gente de mala vida y demás descastados en la forma de las nanas descarnadas que pueden encontrarse en sus dos “The Early Years”, publicados por Manifesto. En este segundo compacto nos encontraremos entre muchas otras piezas con ese “Down There By The Train” que Waits le cedió a Johnny Cash para su “American Recordings”; la macabra y casi autobiográfica “Little Drop Of Poison” que apareció en la banda sonora de “El fín de la violencia” de Wim Wenders.
“Bastards” es el disco menos efectivo, pero que funciona de maravilla como expresión de la capacidad de experimentación e investigación del artista. Aquí encontrarás desde extractos en clave spoken word de textos de Bukowski o Kerouac hasta versiones de piezas que le encajan como un guante (Daniel Johnston, Alexander ‘Skip’ Spence, Kurt Weill, Leadbelly, etcétera). Para redondear, Waits cuenta con una larga lista de invitados, entre los que destacan Mark Linkous (Sparklehorse), Les Claypool (Primus), Brett Gurewitz (Bad Religion y capo de Anti) o Dave Alvin.
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