El cuarteto de Baiona confirma y aumenta todo lo que el EP “Beyond There” (2018) apuntaba en su primer LP. La estética oscura y un tanto misteriosa que les rodea les asocia inevitablemente al post-rock y sin duda, Orbel deben mucho a bandas como Godspeed, Low, incluso a unos Swans en sus pasajes menos agresivos. La ausencia de sección rítmica acentúa la sensación estática, contemplativa y la tensión tan habituales en este tipo de propuestas musicales. Parámetros y referencias siempre atractivos de entrada pero sumamente peligrosos si no se tiene nada que contar y si el bello armazón no tiene ligaduras emocionales que lo sustenten. Afortunadamente, Orbel tienen recursos para huir de aburridos lugares comunes y apuntar en direcciones más sugerentes y conmovedoras. En especial gracias al protagonismo de las voces y a un extraño lirismo un tanto mágico que desvela un rico mundo interior más cercano a alquimistas como Current 93. Un grupo a seguir, sin duda.
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