El tremendo cóctel musical de las Oques Grasses incluye elementos que van del caribe sabrosón, al vodevil más verbenero, pasando por la canción infantil de tanta tradición en Cataluña gracias a gente como el malogrado Xesco Boix (Ara va de bo). Un combinado al que cabe añadir unas letras de gran empuje vital, con una filosofía hippie-rural que lo impregna todo de buen rollo. Su primer disco “Un dia no sé com” (2012) fue una bocanada de aire fresco repleto de canciones de trazado tan simple como efectivo y pegadizo. Su segunda entrega “Digue-n’hi com vulguis” (2014) -mi preferido- mantenía el listón compositivo y mejoraba el sonido dando protagonismo a los metales.
“You Poni” es su tercera entrega y cabe reconocer que sube otro peldaño más en cuanto a la solidez instrumental de la banda. Una producción muy acertada en los arreglos, ejecutada por una Marc Parrot que ya realizó un lifting parecido con La Pegatina. Lástima que las canciones, pese a mantener la pegada, han perdido la capacidad de sorpresa e inmediatez de sus dos primeras obras.
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