A mediados del año pasado, la dupla formada por Victoria Suter y Mathieu Daubigné firmaban “Touche” (InFiné, 22), un interesante debut en formato largo que, además, crecía exponencialmente a cada escucha adicional. El dúo francés afincado en Barcelona entrega ahora un anexo a aquella obra, en forma de EP con un total de seis temas conformando treinta minutos de música inédita. Un lanzamiento que confirma la inquietud creativa de formas y maneras manejados por sus artífices, que parecen haber reservado para el presente lanzamiento las que serían sus canciones más experimentales. O, cuando menos, aquellas dotadas con estructuras menos convencionales.
Fuera como fuese, “Spells” es un mini álbum interesante y algo enigmático, de texturas orgánicas (aunque convenientemente tratadas) y que, alejado de cualquier inmediatez, apuesta por esos recovecos sonoros que tienden a derivar en premio para los oídos inquietos. Si su primer álbum transitaba por una fina (incluso pretendidamente difuminada) línea que separaba pop y electrónica, aquí parece ser este último género quien gana la partida, mostrándose determinante en el devenir del producto y copando el principal protagonismo por encima de un pop mimado que, en realidad, resulta ser un apropiado compañero de viaje.
La bonita anormalidad de “Moho” abre el fuego, mientras que “Alone” es la joya de la corona con seis minutos de sorprendente evolución, antes de que el corte que da título a la referencia inicida en sus propias premisas. Por su parte, “Pendulum” presume de clasicismo, mientras que el folk marciano de “Fuel” sirve como cierre. “Spells” es una referencia con ecos a CocoRosie, Joanna Newsom, Radiohead, Beth Gibbons, Anohni o Björk que, a pesar de que pueda interpretarse como una serie de descartes de “Touche”, tiene peso propio. Tanto que resulta la confirmación definitiva acerca de la valía y el interés que tiene el trazo –tan extraño como hipnótico y en ocasiones incluso acogedor– propiedad de O’o.
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