Hace al menos una década que Matt Elliott se negó a responder ante nadie más allá de su propia autoexigencia. La consecuencia de ello ha sido su expulsión del negocio, ajeno al circuito de festivales y con apariciones cada vez más esporádicas en la prensa especializada. Sin embargo pocos pueden presumir en la última década de una secuencia de discos como la que arrancó en 2005 con “Drinking Songs”, cuando Matt definitivamente abandonó el sampler para centrarse en un método interpretativo y de composición cercano a la canción de autor. A “Only Myocardial…”, uno de los mejores de la serie, hay que interpretarlo en ese contexto. Bien secundado por su crew de colaboradores franceses con David Chalmin a la cabeza dotando de color a unas canciones entre el nihilismo y la melancolía, en las que la furia de su alias Third Eye Foundation apenas late en momentos puntuales de forma subterránea, como en la ya habitual canción-río, aquí “The Right To Cry”.
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