Elimina la sonrojante intro y suprime esa bazofia que es la balada final a lo Queen que es “Blind Man”, y entonces te los podrás empezar a tomar en serio. Deja los prejuicios en casa, ignora algún que otro insignificante detalle y ya estarás preparado para gozar de esta delirante e irreal ración de hard rock atemporal. Y es que, de hecho, “Permission To Land” era más excesivo y caricaturesco que esta esperada continuación que firman los británicos.
Justin Hawkins, dando todavía muestras de su poderío vocal, consigue controlar sus impulsos y limita sus gorgoritos bajando el porcentaje por minutos de esos alaridos que le han caracterizado desde su disco de debut. De ahí que más de la mitad de los temas aquí incluidos sean hits en potencia, desde “One Way Ticket”, de la que AC/DC se sentirían muy orgullosos, hasta “Knockers”, en la que suenan cien por cien AOR a la manera de Lou Gramm y sus Foreigner.
El festín continúa con “Is It Just Me?” o con “Dinner Lady Arms”, posiblemente la canción más seria, elegante y redonda de su corta pero meteórica carrera. Con “Hazel Eyes” encuentran un rincón para dar rienda suelta a sus malabarismos, mientras que “Bald” y “Girlfriend” funcionarán perfectamente (la amarás o la odiarás) en cuanto la gente los escuche. Para bien o para mal, The Darkness están de vuelta.
Wow! That's a really neat anersw!