Salir de aquella tienda de Manchester con “Troublegum” (A&M, 94) en la mochila, llegar a casa y cambiar mi vida fue inmediato. Vale que también habíamos comprado el primer puñetazo que Rage Against The Machine entregaban, vaya par de discazos, ¿no? Lo que vino más delante de la mano de los irlandeses nunca fue lo mismo, aunque el concierto que dieron en el Espárrago granadino del 98 sigue vivo en mis retinas.
Ahora se descuelgan con un disco que no es que sea malo, pero es que no se puede comparar a la mayor parte de sus primeros discos. La cosa es que hay que hablar de “One Cure...”, y, bueno, “Sprung” empieza realmente bien, aunque recurre a derivaciones previsibles que ya se podían haber trabajado un poco más. De todos modos, siguen enamorando al que firma esas melodías de voz pop que saben encajar como pocos en medio del guitarrerío más bestia. El comienzo de “Deluded Son” obliga a mirar atrás, así como “Lose It All” en las que se encuentran con ellos mismos, pero hace unos añitos. “Dopamine, Seratonin, Adrenaline” es tan prescindible como pesada. Destacable el poder hipnótico de “Unconsoled”, el estribillo de “Our White Noise” o el pop motorheadizado de “Rain Hits Concrete”, por lo demás, Therapy? son grandes, pero las musas les abandonaron hace ya una temporada.
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