Superada su repentina y gratificante fiebre eléctrica, expuesta con pelos y señales en el rudo y emocionante “I Break Chairs”, la trayectoria de Damien Jurado parece haberse estabilizado en su folk minimalista y lúgubre, terreno que domina con manga ancha y en el que indudablemente se siente más cómodo y liberado.
Superada su repentina y gratificante fiebre eléctrica, expuesta con pelos y señales en el rudo y emocionante “I Break Chairs”, la trayectoria de Damien Jurado parece haberse estabilizado en su folk minimalista y lúgubre, terreno que domina con manga ancha y en el que indudablemente se siente más cómodo y liberado. Si “Where Shall You Take Me” avanzaba en esa línea y reconducía el discurso del cantautor de vuelta a sus orígenes, el nuevo y magnífico “On My Way To Absence” se caracteriza por una ratificación de esa idea y, además, por algunos tímidos pero muy interesantes jugueteos experimentales que le otorgan el plus de peligrosidad al álbum. El invento funciona a pleno rendimiento en canciones como “A Jealous Heart Is A Heavy Heart”, donde los ritmos pregrabados y los sonidos digitales confluyen con los lamentos a media asta de Jurado. Las probaturas son puntuales, y en esa capacidad de equilibrio hallamos una de las claves de un álbum que, sin llegar a las cotas de emoción e inspiración melódica de “Ghost Of David” o “Rehearsals Of Departure”, supone otro momento a retener en el balance folk de la temporada.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.