Guts

La historia de Olivia Rodrigo es de sobra conocida, ex estrella Disney saca disco y se convierte en estrella pop, siguiendo los pasos de Britney Spears, Miley Cyrus o Selena Gomez, pero, a diferencia de estos, su primer disco recibe el beneplácito crítico y con un disco, “Sour”, sobre relaciones rotas y angustia adolescente logra que las comparaciones cambien hacia Billie Eilish y Lorde, artistas que también escriben sus propias canciones y que sacaron también grandes discos a edades anteriores de los 20 años.

Ahora llega la difícil prueba del segundo disco, “Guts”, y Rodrigo la pasa con nota, añadiendo más guitarras, algo que en el panorama ‘mainstream’ actual se puede considerar casi revolucionario, y esas baladas de piano marca de la casa que la emparentan con Lorde. Lo único malo es que ambas partes no terminan de casar del todo, excepto en un par de ocasiones, y ‘Guts’ suena, a veces, como dos discos distintos, por un lado la parte más punk pop y guitarrera, donde suele utilizar un refrescante sarcasmo sobre sus relaciones y, por otro, las baladas de desamor devastador en las que se desnuda emocionalmente.

Creo sinceramente que funciona mejor en las primeras, aunque con excepciones, y que podría haber una balanza mucho mejor en un disco que empieza como un terremoto con el doble golpe de “all-american bitch”, con un inicio folk y acústico que se transforma en un gran tema punk pop y “bad idea right?" que sigue por los mismos caminos, punk pop refrescante que se rompe en estribillo explosivo y tiene hasta un solo de guitarra sucio y ruidoso, que debe ser la única canción en toda la lista del Billboard con uno...

El disco sigue por todo lo alto con su conocido primer sencillo, “vampire”, un pedazo de balada que va subiendo en ritmo y en intensidad, logrando conjugar lo mejor de las dos partes de Rodrigo, sin duda, una de las canciones del año. “Lazy” también comienza con una dulce guitarra acústica y Rodrigo enseñando su cara más angelical, en la que se nota que también ha nombrado alguna vez a Simon & Garfunkel como influencia. Eso sí, líricamente recuerda un poco al “Jolene” de Dolly Parton en el hecho de que es una canción que habla sobre otra mujer de la que supuestamente tiene celos pero que, a la vez, parece atraerla enormemente.

Luego llega otro de esos ramalazos indie rock con raíces en los 90, “ballad of a homeshooled girl”, que no hubiera desentonado en el primer disco de Wet Leg tanto por la música como por la mordaz letra. Es un gran tema y podría ser, sin problemas, el tercer sencillo del disco.

Pero, a partir de aquí, no todo me termina de convencer, "making the bed" es una balada facilona, a la que ni siquiera su buena interpretación vocal consigue salvar de la quema. "logical" tampoco consigue emocionarme. Tampoco todas las canciones rock son igual de buenas, el estribillo de "love is embarrassing" es demasiado parecido a los primeros Paramore, haciendo de la parte media del disco la más floja.

Eso sí, el disco remonta al final con otra buena balada, "the grudge", la interesante "pretty isn't pretty" donde cambia los 90 por los 80, con un inicio que suena a los Cure, y una balada final que, esta vez sí, hace buenas las referencias a Lorde y, si nos ponemos exquisitos, hasta Fiona Apple. Nuevamente, como pasa con “vampire”, no se queda en la simple balada de piano sino que va subiendo en intensidad, volviendo a juntar a la perfección esas dos partes tan diferenciadas de su disco.

Hay mucho talento aquí, es cierto que Rodrigo está muy lejos de ser un producto prefabricado, pero creo que su mejor disco está todavía en su prometedor futuro, en vez de aquí, aunque supongo que un disco que cuenta con un inicio y un final tan sobresaliente, bien podría ser su disco definitivo.