A menudo de las situaciones más desesperadas salen las mejores obras. Cuando ya no tienes nada que perder (o ganar) y estás a punto de arrojar la toalla, algo te empuja a hacer algo extraordinario. De hecho, Will Sheff de Okkervil River nunca pensó grabar estas canciones, y menos aún con los músicos de los que se ha rodeado, muchos de ellos de la escena jazz y avantgarde de Nueva York. Aunque, a pesar de los nuevos colaboradores, Sheff no cambia de estilo bruscamente, solamente matiza esas canciones atraído por otros sonidos.
Se muestra tan cálido y envolvente como acostumbra. En esta ocasión valora más el conjunto que las piezas por separado, aunque se puede poner la lupa en determinados temas, sobre todo en los que el espíritu de su abuelo fallecido recientemente –y con quien tenía una relación muy especial- parece estar presente (“Comes Indiana Through The Smoke” retrata su periplo durante la Segunda Guerra Mundial).
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