Cuando uno está cansado lo mejor es parar. The Go-Betweens lo hicieron durante varios años para destensar la relación entre sus dos líderes, Robert Forster y Grant McLennan, o la noche y el día, que viene a ser lo mismo. Tras ese paréntesis editaron los excelentes “The Friends Of Rachel Worth” y “Bright Yellow Bright Orange”, confirmando que su regreso se debía a razones creativas y no a una simple reunión por razones monetarias.
“Oceans Apart” viene a reafrimar ese punto, ya que el tercer álbum de su segunda etapa es más que notable. Siguen siendo unos maestros a la hora de jugar con todas las sonoriades que pueden salir de una guitarra, ya sea acústica o eléctrica (la herencia de Television y The Feelies está presente), siguen clavando trabajadas tonadas pop que duran una vida (“Finding You” o “No Reason To Cry”), e incorruptibles hasta el fin, siguen demostrando su personalidad fruto del choque de egos.
Forster aporta su lado más beatnik y exhibicionista (lo borda en la inmensa “Lavender”), mientras que McLennan se muestras más reservado y tímido. Esos son los contrastes que dan forma a la mejor música pop y los austrlianos lo saben.
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