Si el anterior disco ya supuso un punto de inflexión y una evolución con sonidos más eléctricos, el nuevo álbum Nunatak abre una nueva etapa y nos sorprende con un estilo más arriesgado. En "Nunatak y el tiempo de los valientes" se mezcla percusión, estribillos potentes, coros y electrónica. La experimentación con diferentes sonidos y texturas dan lugar a un disco con un sonido muy propio y con temas muy diversos que van desde piezas más alegres y enérgicas hasta otras más tranquilas y reflexivas. Las letras tampoco se quedan atrás y en ellas Nunatak deja entrever su dualidad entre la oscuridad y el positivismo y la esperanza. Una llamada a los valientes.
Energía, ritmo eléctrico, garra y sonidos vibrantes que te harán bailar confluyen en canciones como “Bestias sedientas”, “Romper el cielo”, “A miles de kilómetros” y “Sigues en pie”. Calma, frescura, dosis de realidad y mensajes esperanzadores en temas como “Nadie nos va a salvar”, “Disonancia perfecta” y “Susurro en el viento”.
Abre el álbum “Bestias sedientas”, con un potente ritmo eléctrico y enérgico para hablar de “miles de bestias sedientas de paz que por fin se despiertan y alzan la voz”. Le sigue “Romper el cielo”, una lucha entre el valor y el miedo en la que “solo aquellos que permanecen fieles a sí mismos hasta el final, podrán romper el cielo y mirar a los ojos a la eternidad”.
Toques de un pop más fresco y alegre caracterizan “A miles de kilómetros”, un homenaje a los viajes, al camino recorrido y a todo lo que aún queda por andar, porque “este viaje infinito acaba de empezar” y “el futuro nos regala otra oportunidad”. Con una base repleta de percusión y con una melodía a ratos más suave, “Disonancia perfecta” nos llama a dejarnos llevar, a ser como realmente somos y nos muestra la belleza de la imperfección. “Somos dos notas de un acorde prohibido, disonancia perfecta en un precioso ruido”.
En el ecuador del disco, “Susurro en el viento” surge como un paréntesis para la calma, la tranquilidad y la reflexión tras unos temas anteriores más eléctricos. Su letra, repleta de referencias a la naturaleza, parece querernos hacer meditar sobre la huella que dejamos en el planeta. Con sonidos que recuerdan más a los ochenta, le procede “Nadie nos va a salvar”, una pieza que, cargada de realidad, habla sobre la pérdida y la capacidad de superar la frustración posterior. Del mismo modo, “Aún respira”, con referencias a la cultura pop, nos habla de las relaciones, los finales no felices, del progreso y de tener perspectiva sobre nosotros mismos y es que “si escuchas bien, sientes que aún respira”. La vida.
Como no podía ser de otra forma, el tema que da nombre al disco, “El tiempo de los valientes”, de ritmo más acústico, se configura como una oda a la valentía en la que no hay que temer a los miedos y las derrotas porque te “hacen ser más fuerte”. Un mensaje más de positivismo y una melodía alegre y pegadiza que te hará mover los pies confluyen en “Sigues en pie”. Un grito a “celebrar que sigues en pie otro día más”. Cierra el repertorio, “El espejismo”, quizá la canción rítmicamente más distinta a todas las demás, con un final instrumentalmente muy potente.
Un viaje repleto de historias de valentía y positivismo que te harán querer escuchar de principio a fin el nuevo trabajo de Nunatak. Por sus letras o por su sonido, ninguna de las canciones de "Nunatak y el tiempo de los valientes" te dejará indiferente.
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