Toque de Ánimas
DiscosNueve Desconocidos

Toque de Ánimas

8 / 10
Fran González — 24-10-2023
Empresa — All Nighters
Género — Post punk

Después del triunfo personal que supuso el lanzamiento de su primer trabajo como Nueve Desconocidos, uno que incluso le ha llevado a internacionalizar su propuesta con acertado resultado, Ares Negrete prometió brindarnos un segundo disco mucho más oscuro y visceral. Lo prometido parece ser deuda para este artista alicantino, que ni corto ni perezoso ha cambiado la luz natural de su Terreta natal por la mitología y el costumbrismo extremeño en un trabajo inspirado en el tradicional repique de campanas de Tornavacas que ahora da título a su “Toque de Ánimas” (23).

Tres golpes sobre el dorado acero, en aras de anunciar el acontecimiento de la noche y asistir al recuerdo de los que ya no están, que por razones evidentes encajan con pertinente acierto en el imaginario lúgubre y melancólico de Negrete, ahora más próximo que nunca a un techno de ultratumba capaz de levantar precisamente de la misma hasta a los muertos.

Desde que irrumpen en nuestros oídos esos órganos eclesiásticos tratados (“Leyenda”), sentimos verdaderamente estar colándonos en esa personal cripta de lo desconocido y lo inhóspito que el artista fabrica para nosotros a golpe de teclado y sinte, hasta concluir con un solo hard-rockero y ochentero sacado de las mismísimas entrañas de la ruta de la madera. Un choque de trenes entre tradición medievalista y vanguardia experimental que tan pronto nos sirve para acelerar las revoluciones de un sábado por la noche, como para ambientar una partida de rol.

Como sello distintivo, la voz reverberada hasta el extremo de Ares continúa protagonizando por entero los diferentes tramos de este nuevo capítulo en su discografía, con la amable disparidad de mostrarnos esta vez un abanico de posibilidades tonales más capaces y menos estancas (encontrando pasajes en los que es hasta su propia voz la que dibuja la melodía por encima de los ritmos gruesos del fondo, como sucede en “Amanece en mi prisión”). Son precisamente esos beats nerviosos y acelerados de temas como “El Nigromante” los que nos recordarán al emblemático sonido de los bielorrusos Molchat Doma, nativos en la reinvención del post-punk y palanca generacional para la influencia y referencia de cientos de proyectos deudores de su propuesta. Por ello, y sabiéndose exento de límites, Ares no se achanta ante la posibilidad de recitar versos tenebrosos y sórdidos sobre bases de bakalao que crecen progresivamente (un poco como si Varg Vikernes se pasara con las anfetas), o directamente entregarnos, sin atisbo de complejo, canciones que podrían sonar a las 6 de la mañana en cualquier discoteca de un polígono industrial valenciano (“Humo Negro”).

La pose de carrillos apretados y permanente glam alborotada de Negrete junto a su anacrónica nostalgia salen indemnes y con nota de una oferta marcada por polos a priori antagónicos (de la zapatilla de “Animal” al punteo shoegaze de “Suspiro”), donde a partir de sus sintetizadores y moduladoras el artista crea el perfecto túnel del tiempo entre el ayer y el hoy, con un pie puesto en todas esas referencias que a todos se nos vienen a la cabeza, y otro en su propia personalidad. “Toque de Ánimas” es magia, es fantasía, es ocultismo y es tralla, pero sobre todo es la consagración de un artista under que se merece una repercusión mayor.

 

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