Suena “First Wave Intact” y te das cuenta de que estos chicos de la Gran Manzana van fuertes. Nueve minutos de cruda batería, guitarras afiladas, momentos etéreos, psicodelia a barriles y un ritmo asesino, monótono, que deshace uno a uno tus neurotransmisores. No hay cuartel. La segunda, “Sad And Lonely”, suena dura, puro stoner; otra vez Led Zeppelin en el punto de mira pero con dolor, con mucho dolor. Llega la tres. “The Leaves Are Gone” es un descanso evocador, puro bajón a lo Pink Floyd. Es necesario un cambio y la danzarina “Nowhere Again” va arreciando un ritmo tan neoyorquino como aterciopelado. Un despertador y una base electrónica definen la senda de “The Road Leeds…”, un tema que les acerca a los U2 de “Achtung Baby”. Y el disco suma y sigue: “Pharaoh´s Daugther” suena a tonadilla extraída de la suspendida mente de Dean Wareham (Galaxie 500, Luna). “You Are Chains” trágico-épico pop electrónico de poso ochentas, ¿alguien ha dicho Brian Eno? ¿Tangerine Dream? ¡Dios nos coja confesados! “Lights On” volvemos a la cruda oscuridad del principio, pero esto se acaba y Mercury Rev se funden en un abrazo con Roger Waters bajo la atenta mirada de Jason Pierce (Spacemen 3, Spiritualized) y encima le ponen una cinta de color a los casi nueve minutos del tema que da título al disco. Secret Machines son una sabrosa macedonia de la música indie-alternativa de los últimos veinte años. Y lo mejor es que funcionar funcionan los muy jodios.
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