Paul Stanley montó hace unos años Soul Station, una banda paralela a Kiss con la que dar rienda suelta al soul y el R&B que difícilmente iba a explorar con su grupo matriz. Una selección de hasta quince músicos de lujo que incluye secciones de viento, cuerda y voces (además de los instrumentos habituales en un grupo de pop rock: batería, bajo, guitarra y teclados) capitaneados por Alex Alessandroni, teclista y director musical. Tras girar por salas por Japón y EE.UU. han entrado a estudio para registrar su primer larga duración.
El resultado es “Now And Then”, una colección de versiones de clásicos del soul de los sesenta y setenta que se complementa con cinco temas originales hasta juntar un total de quince tracks. “Empecé a componer con la meta de traer algunas canciones al presente. Por lo que me ha dicho un montón de gente que respeto, esa misión se ha cumplido”, afirma el propio Stanley.
Al cantante no se le caen los anillos a la hora de reconocer sus influencias: Philly Soul, Motown, Otis Redding, Solomon Burke… “Esa música y su narrativa me dieron fuerza y esperanza hasta en los peores días”, asegura. Lo cierto es que su prodigiosa voz casa a la perfección con esta nueva propuesta, ideal para los momentos más íntimos y románticos.
Ni qué decir tiene que cualquiera que llegue buscando su hard rock habitual se sentirá decepcionado. El resto encontrará a dieciséis musicazos engranados maravillosamente. Empezando desde su primer single, “O-O-H Child”, original de The Five Stairsteps.
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