El quinteto de Essex lo ha vuelto a hacer, ha lanzado al mercado un disco que trata toda clase de temas sociales y políticos y que no debería dejar indiferente a nadie. Después de “Nothing But Thieves” en 2015 y “Broken Machine” en 2017, “Moral Panic” debería ser el disco de la confirmación definitiva de la banda.
Inspirándose en el sonido de su segundo álbum y trabajando con Mike Crossey (The 1975, Arctic Monkeys), se han distanciado de sus inicios a través de un disco en el que destaca la combinación de riffs de guitarra con la voz de Conor Mason y de los sintetizadores con la elaborada post-producción. El disco se abre con “Unperson”, una canción que habla sobre el papel que tenemos como personas en la sociedad actual, a la que sigue “Is Everybody Going Crazy?”, ese tema que conocimos en marzo, antes del confinamiento, y que parece describir muy bien todo lo que pasó alrededor del mundo durante los meses que le siguieron. Y con ella los de Essex vuelven a firmar un hit incontestable de ritmo rock en la que destacan las peripecias vocales de Mason. Poco después encontramos en “Real Love Song” en la que Nothing But Thieves nos recuerdan a unos The Killers –aunque a quien citen en la canción sea a Nick Cave– teñidos de melancolía y con una letra de amor con la que todos nos podemos identificar (“this is a love song, real love / Dirty rip out the whole of your soul love / I’ll hate myself for days love / Sitting all alone and listening to Nick Cave love”). Pero después de esta canción llega la sorpresa, “Phobia”, una canción en la que podemos notar el contacto reciente de la banda británica con Muse. Se trata de una canción que hasta casi la mitad de la misma es susurrada, todo muy a lo Billie Eilish, pero que un poco antes de llegar a la mitad empieza a subir y acaba explotando
En “This Feels Like The End” llevan a recordarnos incluso a Panic! At The Disco, con la voz de Mason recordando a Brendon Urie. Después llegamos a “Free If We Want It”, punto de ruptura del disco. A partir de aquí “Moral Panic” empieza a ir cuesta abajo. De las cinco últimas canciones, se salvarían “Impossible” y “Can You Afford to Be An Individual?”. En las otras tres, “Free If We Want It”, “There Was Sun” y “Before We Drift Away” el grupo parece perder su identidad para hacer canciones de pop rock electrónico, dejando atrás los riffs de guitarra para apostar más por la reverberación y la distorsión de la voz del cantante. Pero volvamos a “Impossible”, esa canción eufóricamente triste, que destaca por su vocación de himno, con unos coros en el estribillo que se acercan mucho más a Bastille que a lo que alguna vez fueron los propios Nothing But Thieves.
En definitiva, un buen tercer disco en el que destacan tanto las letras como algunos momentos muy acertados, pero que pierde gas conforme evoluciona hasta llevarnos a pensar que le sobran algunas canciones. Eso sí, solamente por la primera mitad “Moral Panic” ya vale la pena.
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