Not To Disappear
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Not To Disappear

8 / 10
Álex Jerez — 04-01-2016
Empresa — 4AD/Popstock!
Género — Folk
Fotografía — Archivo

Con “If You Leave?” (4AD, 2013), su largo de debut, y esas letras repletas de un dolor tan explícito que acababa calando a cualquiera, consiguieron conquistar a una masa que elevó a la cumbre a la banda en tiempo record. Y claro, esto provoca, de forma inevitable, que su regreso sea examinado con lupa. En “Not To Disappear” (4AD, 2015) Daughter dan un pequeño paso al frente en su evolución. Elena Tonra vuelve a apoyarse en la música como herramienta curativa y saca sus demonios a pasear. Regresa la angustia, las letras intensas y tremendamente personales. Y, lo más importante, perfeccionan el sonido.

El resultado es un disco más directo y poderoso que su predecesor. Donde las guitarras y la percusión escalan posiciones en muchos de los temas (“How”) hasta igualarse a la atmosférica voz de la líder y consiguiendo el lugar que verdaderamente se merecían (algo que Igor Haefeli y Remi Aguilella agradecerán, teniendo en cuenta que Elena sigue siendo el pilar del proyecto). El minimalismo vuelve a tener sus grandes momentos, pero ya no es tan prioritario como en el pasado. Las melodías contienen una épica más marcada, el folk que aportaban temas como “Youth” se aleja y el post-rock define aún más el sonido de la banda. Eso sí, todo en su justa medida, sin ahondar demasiado en los cambios añadidos y conservando esa vena intimista y profunda que tanto gusta.

El miedo a enfrentarse a la soledad (“Alone/With You”), la carencia de humanidad (“No Care”), el lado oscuro de la vida (“New Ways”) o su conflicto con la maternidad derivado de antecedentes familiares (“Doing The Right Thing”, “Mothers”). Las letras se apoyan de nuevo en la gran transparencia de Elena a la hora de relatar lo que le consume por dentro. Esa asombrosa forma de atraparlo todo con su voz, escupirlo suavemente y encontrar la paz entre las melodías. Grabado en el estudio Greenpoint de Booklyn y producido por Haefeli (guitarrista de la banda) y Nicolas Vernhes (Animal Collective, Deerhunter). La salida creativa del grupo de la constante lluvia londinense le ha venido a este regreso de perlas. Porque, aunque el origen de las creaciones siga siendo británico, el aire internacional ha cargado el álbum de una energía más potente y altamente favorecedora.

“Not To Disappear”, por lo tanto, es el claro ejemplo de que cuando una fórmula funciona a veces no alterarla demasiado es la mejor opción. Un álbum con el que puntualizan el pasado, lo perfeccionan y consiguen llevarlo a una posición más estable. Un disco frágil, que comparte alma con su predecesor, perfecto para las segundas oportunidades, la consolidación y la percepción definitiva de Daughter como banda y no como solista. En conclusión, un regreso que asegura la supervivencia y el futuro de los chicos.

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