Noir Socha

El pasado año lanzaba el cuarteto de Ordizia (Guipuzcoa) su primera referencia, un EP o disco corto de título homónimo y contundente sonido que situó al grupo como hacedor de una propuesta de rock alternativo propia y estimulante. Son cinco canciones, pero el minutaje es generoso, y queda un total de treinta y dos minutos repletos de intensidades que suben, bajan y vuelven a subir.

Se mueven entre la espiritualidad y el rock n roll, y por eso recuerdan inevitablemente a Jeff Buckley. Por eso y porque el grupo (con el nombre de Everybody Here Wants You) surgió inicialmente como banda de homenaje al álbum "Grace" del propio Buckley, así que su influencia se puede rastrear a lo largo del disco. Son muchos los que han definido la música de Noir Socha como rock alternativo de los años noventa, aunque ellos prefieren dejarlo en rock alternativo a secas, porque aunque muchos de sus referentes vengan de esa década, su sonido es el del ahora, y su mirada está puesta en el futuro.

El variar la intensidad a lo largo de cada canción es una de las cosas que hace a este grupo algo interesante, con una inicial "I Feel Your Songs" de ocho minutos que arranca cadenciosa y a medio tiempo y termina del mismo modo, eso sí, preñando la canción con un puente a mayor velocidad que incluye el explosivo punteo rockero. "Fall" también tiene esa característica de canción arrastrada (con coros y teclados elevadores) que atrapa desde el principio. Va creciendo y creciendo hasta llegar al cielo, y una vez allí, se sale de la estratosfera con un solo de guitarra chirriante marca de la casa.

"Awake" empieza calmada (con coros souleros y todo) y a medida que avanza sube decibelios hasta llegar a un riff puramente grunge acompañado por los perfectos alaridos del guitarrista y cantante Joseba Basarte. La balada por excelencia de este trabajo es "I Will Leave", con un precioso arreglo inicial de guitarra y una melodía de voz que pueden recordar a Mother Love Bone o Temple of The Dog. Aunque también tiene distintas intensidades, esta es la canción de ritmo más constante, un tema suave, introspectivo y perfecto. El cierre con "When the Time Comes" vuelve a recuperar uno de sus grooves, esta vez con guitarras de carácter más funky en ciertas partes y con distorsión y pegada rockera en otras.

Iban Martín, de Agosto Estudios (quien, por cierto, tocará teclados en la gira), ha capturado a la perfección la frescura del cuarteto, que ha grabado todo en directo y con buena puntería.