Poder escuchar música pop que no proceda de Estados Unidos y que, por lo tanto, no hable necesariamente de problemas, conflictos o situaciones que forman parte del imaginario occidental ya resulta fresco e interesante de por sí. La compositora y productora israelí Noga Erez formaría parte de esta categoría de la que hablamos, que no es más que la realidad de otros tantos millones de personas que por supuesto también tienen algo que decir y no siempre han tenido la suerte de sujetar un altavoz con el que llegar a las masas. En ese sentido, al menos parece que algo estamos haciendo bien si se les otorga un mínimo de espacio a estas propuestas artísticas.
La artista procedente de Tel Aviv publica su segundo disco, “Kids”, en un momento turbulento a nivel mundial y muy conflictivo en los países vecinos de su ciudad natal. Pero es precisamente ese contexto sociopolítico el que juega más a favor de Erez que en contra, ya que le concede la oportunidad de crear infinitos universos sonoros a raíz de discursos tajantes y crudos. Con este álbum, Noga continúa experimentando con la electrónica y el pop para hablar de dualidades que tienen que ver con lo personal y lo político, la moral y la pérdida, la guerra y la paz o la inseguridad y la ambición.
Es importante apuntar que Noga Erez ya ha conseguido a estas alturas un reconocimiento por parte de la industria musical, formando parte ya en 2017 de la prestigiosa lista “30 Under 30” de Forbes o actuando en festivales internacionales de renombre como Primavera Sound, SXSW o Pitchfork París. Pero parece que es ahora, con la publicación de un segundo LP, que la artista conseguirá acercarse a un público más masivo. Quizá sea porque su sonido en “Kids” se acerca a los que sus compañeras M.I.A (“Knockout”) o Billie Eilish (“You So Done”) ya han probado o porque la audiencia en general esté más libre de prejuicios y abierta a escuchar nuevas corrientes no tan convencionales.
Será complicado que “Kids” supere las muy buenas críticas que su debut “Off The Radar” recibió hace ya cuatro años. Pero, en cualquier caso, voces como las de Noga Erez son más necesarias que nunca, hoy en día. Por la importancia del mensaje social que transmiten sus letras y por la valentía que supone romper con las encorsetadas y aburridas limitaciones del pop para ofrecer, en consecuencia, un resultado mucho más enriquecedor e inspirador que lo que se suele escuchar en la radio.
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