Council Skies

Aunque su carrera en solitario haya dejado algunos discos más acertados que otros, lo cierto es que nunca debería dudarse del talento compositivo de un tipo como Noel Gallagher. Es la conclusión lapidaria que sigue a la escucha continuada de “Council Skies”, el que hace cuarto larga duración en el casillero de quien fuera cerebro creativo de Oasis (el carisma salvaje recaía en vertical sobre su hermanísimo Liam) y que, en efecto, podría haber cogido ventaja a la hora de optar al ansiado título de mejor álbum ideado por Noel Gallagher al margen del popular grupo de los noventa. La referencia no presenta novedades escandalosas en el horizonte genérico del autor, si bien en esta ocasión parece haber desestimado le inclusión de la capa de electrónica latente en entregas recientes para volver a apostar por esos primeros planos otrora tan reconocibles.

Un protagonismo que, de este modo, vuelve a recaer sobre melodías de escandaloso poder seductor (de esas que lleva facturando tres décadas –aunque sea de forma intermitente– y que maneja como pocos en la escena británica), apostando por indie pop-rock clásico y encantador, del que no envejece cuando lo argumenta el autor adecuado. El trío inicial resulta, por sí mismo, valedor de los elogios, en una secuencia que comienza con ese exquisito medio tiempo tan de la casa que es “I'm Not Giving Up Tonight” y termina con un tempo similar concretado en la magnífica “Dead To The World”, con sus arreglos (y ecos a Burt Bacharach) engalanando la pieza.

Entre ambas se sitúa otra destacada como “Pretty Boy”, ligeramente más acelerada y que por momentos podría haber firmado Richard Hawley, mientras que gemas adicionales quedan se focalizan en los tres minutos redondos de “Open The Door, See What You Find”, otro medio tiempo con tintes épicos y estribillo arrasador como “Easy Now”, “Love Is A Rich Man”, la propia “Council Skies” que da título a la referencia, “Trying To Find A World That's Been And Gone” o una bonus track del tipo de “We're Gonna Get There In The End”, que también hubiera funcionado como lujosa cara B regalada por el combo en su momento álgido.

Un trabajo de corte tradicional y ritmo calmado que, en la práctica, se convierte en el traje que mejor le ajusta al de Manchester, sobre todo cuando, como en esta ocasión, acierta en la inmensa mayoría de seleccionadas. A pesar de que, por supuesto, siga sin inventar nada y pueda argumentarse que el elepé es una obcecación sobre terrenos poco menos que idénticos, lo cierto es que “Council Skies” es un acierto difícilmente cuestionable por parte de Noel Gallagher. Un creador que, momentáneamente, vuelve a brillar con aquella magia de antaño, tras rescatar argucias pretéritas y convertirlas en bonitas (y casi inmediatas) canciones, muchas de las cuales hubieran encajado en discos de Oasis. Incluso pudiera ser que el británico cantase ahora mejor que nunca… aunque siga resultando difícil no preguntarse cómo hubieran resonado algunas de estas joyas en la por siempre icónica voz de Liam.