Parece que Killing Joke se han tomado a pecho lo de reeditar su discografía, hasta el punto de que éste es ya el segundo disco en directo tras “XXV Gathering” que aparece en el plazo de un año, esta vez publicado por el sello propio de la banda.
Pero si aquel documentaba el estado actual de Killing Joke en un concierto celebrado para conmemorar su veinticinco aniversario, “…No Way Out But Forward Go” les acerca en uno de sus momentos artísticos más bajos, cuando curiosamente habían alcanzado cierto éxito masivo con “Night Time” y, sobre todo, su single “Love Like Blood”. La presentación de su quinto álbum lleva el peso de un concierto que pasa de puntillas por sus primeras y mejores grabaciones, con tomas de “Requiem”, “Complications” y “The Wait” mucho más ligeras que las originales y ningún tema de su excepcional segundo disco. Completan el álbum dos tomas en directo de “Adorations” y “Chessboards” grabadas un año después, con “Brighter Than A Thousand Suns” ya en la calle. ¿Hace falta decirlo? Sólo para muy fans.
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