Ramona González se construye su propia armadura en clave de post-rock donde los sintetizadores abrazan harmonías y versos que destilan dolor y desesperación. “No Sun” es una pieza tremendamente personal en la que Nite Jewel se atreve a autolesionarse e indagar en sus heridas hasta encontrar la cura definitiva. Es un disco crudo y sincero que refleja a una artista emocionalmente destrozada y perdida tras una serie de cambios que han marcado los últimos años de su vida. Pero, a su vez, también muestra las ganas de dar carpetazo a una etapa muy dura y alcanzar un nuevo punto de partida que le haga volver a desarrollarse en la dirección adecuada y sentirse segura de nuevo.
El álbum explora así las emociones de una creadora que se entrega a corazón abierto para hacer comprender a sus seguidores su situación actual. Un disco que hasta la propia Ramona definió como un auténtico riesgo y una prueba de fuego a la hora de soltar en sus melodías tanta rabia acumulada. De esta forma, logra generar desde el principio una atmósfera inquietante y áspera que te arrastra hacia un conjunto de temas herederos del new age de los ochenta y todo el trabajo de análisis sobre la voz femenina que ha realizado Nite Jewel en los últimos años y que incluye el uso de la misma en las grandes estrellas pop del presente. Cómo se intenta vender, e infravalorar, a la mujer en un presente de hombres y, sin embargo, el valor y el peso que representan estas voces verdaderamente a nivel emocional y creativo para cada canción que construyen. Con este nuevo álbum no tiene miedo a desarrollar bases instrumentales pesadas o recrearse con piezas más jazzy que capten a la perfección el desorden y la locura interna que ha atravesado la propia artista; como refleja en “#14” o ese salto sonoro al cerrar “Anymore”. Se apodera también de un pop tremendamente elegante, para acabar con los prejuicios hacia el género, y hasta rellena de sintetizadores una pieza que se desliza al ritmo de bossa nova (“To Feel It”) mientras genera construcciones propias de un corte rnb más convencional.
Autoproducido y creado prácticamente al cien por cien por la propia Ramona. “No Sun” es un disco inteligente y completamente libre. Es un álbum que, a pesar de la experimentación de la artista y los saltos de géneros, apuesta con total seguridad por el minimalismo y el valor de las pequeñas cosas. Por atrapar en cada tema de la manera más física posible todas esas sensaciones y experiencias que vivió cuando su matrimonio terminó tras doce años de relación y no lograba ubicarse en el mundo. Cuando sintió que la soledad le devoraba, que no pertenecía a ningún lugar, que no sabía cómo construir un futuro mejor. Aún así, como decíamos antes, y por suerte, siempre hay una enorme nube de esperanza sobre ese pesimismo que reflejan sus letras. Unas harmonías enriquecedoras que dirigen las historias a una calma y un nuevo renacer. Melodías que luchan contra tanto infierno creativo. Está claro que este nuevo álbum se convirtió en una especie de exorcismo emocional para la artista y la música le ha salvado por completo.
No es un disco apasionante, tampoco un disco revolucionario. Pero, sí que se trata de un diario que respira verdad y una fragilidad que te enamora más y más en cada escucha. Adentrarse en “No Sun” es hacerlo en el alma de una artista que intenta resurgir de sus cenizas, algo que muy pocos se atreven a reflejar abriendo sus puertas de una manera tan generosa sin poner barreras de por medio. Es un disco libre, sin una sola imposición creativa y un claro ejemplo de que a veces hay artistas que sí entienden la música como una forma de terapia a compartir con los demás sin ningún tipo de ambición por generar beneficios económicos de ello. Evidentemente, “No Sun” no está destinado a convertirse en un disco que cambie la trayectoria y percepción de Nite Jewel en el mercado actual. Sin embargo, sí que estamos seguros de que será uno de los proyectos más importantes de su vida y una pieza de oro que guardará con todo el cariño del mundo y a la que recurrirá siempre que se sienta desorientada en este mundo de locos.
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