El futuro no existe

Parece ser que Niño Burbuja por fin han encontrado su camino con su segundo largo. Tras apostar por la heterogeneidad, abrir los brazos al mercado y recorrerse media España. El ahora trio decidió firmar con Menta recientemente para aparcar las camisas de palmeritas, focalizar la esencia del grupo y apostar por la electrónica en castellano. “El futuro no existe” marca un nuevo comienzo. Y, como en la vida, los primeros pasos nunca llegan a ser tan firmes como querríamos que fueran.

Con el synthpop como base, navegan por géneros disco como el space o el italo. Propuestas que, sinceramente, cuesta ver por el panorama nacional a día de hoy. Liberan sus lenguas por completo, dejan que se les vaya un poco la pinza e incluso lanzan algunas declaraciones generacionales que definen a la perfección la situación de la banda en la industria actual (“Somos de la vieja escuela ya… Mejor ser extraño en mi generación”) Y que, curiosamente, se contrarrestan con la sensación de renacer que inunda el álbum.

Con el espíritu embutido en monos galácticos, luces de neón y purpurina. La voz de Cris aún presenta ciertos desequilibrios en el nuevo recorrido, que saben maquillar a la perfección en temas como “Ovnis en el After” (apertura y uno de los grandes momentos del disco). En el terreno de la producción Hans Kruger (Delorean, El Columpio Asesino) ha sido el encargado de desarrollar el álbum junto a los chicos. Una elección que, con el añadido de los recursos analógicos (SH-101, TR808) que protagonizan la creación del proyecto, consigue alcanzar un sonido que en el futuro pueda relacionarse con el grupo de una forma directa y cómoda.

A la hora de visibilizar las influencias que pueden recorrer el disco nos podríamos quedar tanto con un Giorgio Moroder, como con Black Devil Disco Club. Aunque, tampoco es necesario viajar a un pasado de oro cuando la música de los 80’s es puramente inmortal, se reinventa (Lindstrøm, The Emperor Machine). Eso así, los Burbuja han querido dejar claro en todo momento que su intención era llegar hasta las raíces más profundas de la época.

“El futuro no existe” es un impulso potente en la carrera de Niño Burbuja. Una subida de rango para dejarse la vida en la pista de baile y conseguir muy buenos frutos en el futuro. Ahora solo queda medir bien, y de forma pausada, el crecimiento y saber tomar buenas decisiones.