1,2,3… Cuento, me descuento y vuelvo a contar. Sí, sí, estoy seguro. ¡Trece! son los discos en solitario del ex Green On Red. Trece y su estatus continúa siendo el mismo. Un estatus de culto que contentará a los más iniciados y que lo mantendrá en la más absoluta de las indiferencias entre los que no tienen ni pajolera idea de quién demonios estoy hablando. A estos últimos no les voy a dar la brasa, y tampoco les voy a recomendar este “Night Surfer” para iniciarse en su legado. Al fin y al cabo no hay excusas sonoras nuevas que proporcionen una noticia de algo diferente en su carrera. Su nuevo álbum es Chuck Prophet en estado puro.
Sin artificios, texturas electrónicas u otras zarandajas utilizadas en el pasado. Cómo Lou Reed no es un gran vocalista, y su voz algo pastosa suena a la de viejo conocido. Un artista cargado de rock de autor americano a la manera de un JJ Cale del nuevo milenio que, sin embargo y para su desgracia, no acaba de pegar el pelotazo en forma de hit. Lo suyo es mucho más artesanal, y trabaja de la misma manera en que puede encarar un nuevo disco un tipo como John Hiatt o Elliot Murphy: siendo muy consciente que el curso de la historia del rock americano continuaría si él su curso invariable, pero a la vez echaría de menos esas pequeñas-grandes canciones de no haberse producido.
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