Night Falls Over Kortedala

En apenas un par de años Jens Lekman ha pasado de ser un artista de culto adorado primero por toda la facción twee a convertirse en uno de los trovadores más respetados del pop independiente, tanto de la crítica como del público indie más intransigente. La culpa la tuvieron dos álbumes que se encargaron de recopilar gran parte de la obra (desperdigada en un montón de singles, Ep’s y CD-R’s de difícil adquisición) de uno de los más trabajadores y más talentosos compositores de la actualidad.

Lekman cuenta que para preparar este álbum llegó a componer y grabar ciento quince canciones (!!!), doce de las cuáles pertenecen a este “Night Falls Over Kortedala”, su mejor esfuerzo hasta la fecha, un espectacular collage de sonidos pop que aglutina, bajo la sensibilidad indie y un romanticismo en vías de extinción, un buen puñado de referentes que hace suyos con la misma facilidad con la que se cocina una tortilla a la francesa.

El sueco tiene la candidez y la inocencia de Jonathan Richman; la capacidad para componer canciones enormes en una abrir y cerrar de ojos de Stephin Merritt; la habilidad de emocionar de toda la escudería de Sarah Records junta; la clase a la hora de utilizar samples de The Avalanches; y ahora, a toda este receta, le suma su amor por el disco que marcó su infancia, el “Graceland” de Paul Simon, para facturar, según sus propias palabras, “su personal disco de world music” (sic). Jens, si “Night Falls Over Kortedala” pertenece a ese género musical, estamos ante el álbum de world music más atípico y cool de la temporada.