Calibrar el impacto que tuvo “Nevermind” en su momento para los que lo vivimos en primera persona puede resultar tan lejano y pretérito a las nuevas generaciones como cuando en el mismo año de su creación, nos contaban los mayores lo que había supuesto veinte años atrás la aparición de “Who’s Next”, “Sticky Fingers” o “What’s Goin’ On”. En aquel momento esos discos y su época nos parecían frutos de un pasado desconocido y remoto, pero no es más que el mismo tramo temporal que hoy ha pasado desde que se editó la segunda referencia del trío de Seattle, con la que dieron inicio de facto los noventa. Terremoto musical –arrasando como si de un huracán se tratara el hair metal tan en boga los años anteriores-, estético –adiós a los estilismos ochenteros de colores y formas imposibles, hola a la ropa ancha, sucia, rota o parcheada– y actitudinal –se acabaron los artistas con ínfulas y pose de estrella, aparecen los creadores acomplejados, depresivos y retraídos-, la obra magna de Kurt Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl no solo sobrevive ahora como el mejor reflejo de una década y una era, sino que conserva el desgarro vital, la vigencia cultural y el poder melódico que la siguen indexando como una de las obras capitales del rock del siglo XX. La reedición que celebra su veinte aniversario cuenta con una mezcla remozada, de la que Cobain -ya descontento con el límpido sonido original- seguro renegaría. Asimismo, se puede por fin escuchar la versión inicial de Butch Vig –The Smart Studio Sessions- más cruda y cercana al punk rock de “Bleach”, antes de pasar por las manos de Andy Wallace, Incluye también en su versión Deluxe (existen hasta cinco formatos) las caras B de la época, seis temas en directo y un puñado de ensayos de algunos de los temas que acabarían formando “Nevermind” –junto con otros quedaron descartados. Adquisición casi obligatoria.
Venga me arriesto... y que aporta la énesima versión del Nevermind? otro intento navideño de hacer caja quizás?
Un clásico en toda regla. Lo tiene todo todito todo del Nevermind. Aunque la caja en vinilo es para sibaritas de pasta por el precio o para enfermos terminales de nirvanismo, que los hay y son bastantes. ¿Hace falta escuchar 3 versiones diferentes de las mismos temas? Las diferencias no son tantas.