Sorpresa y de las agradables ante la escucha del nuevo álbum del músico de Denver. Y es que si bien ya estaba enganchado al folk cargado de clase de su debut en solitario con “In Memory Of Loss” (2010) y el EP “Closer”, editado a principios de año, esta vuelta de tuerca con banda de siete músicos de apoyo y las miradas dirigidas al soul han convertido a Nathaniel Ratteliff en uno de mis favoritos de la temporada.
Y no piensen que se trata de un intento de enchufarse al revival del neo soul, porque Nathaniel va un punto más allá y carga su propuesta de originalidad alejándose de esas meras copias insulsas de músicos de los sesenta que por desgracia tanto abundan hoy en día. Así consigue sonar fresco, benditamente imperfecto, lleno de aristas, como el fruto bastardo de la unión entre The Band y Otis Redding, cosa que, por cierto, no han pasado por alto los capos de Stax para hacerse con su fichaje. Y tontos no son.
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