Allá por 1983, cantaba Matt Johnson (The The) en “The Nature Of Virtue”: “no te cambies a ti mismo para gustar a todos los demás”. Pues parece que el hombre es coherente con sus principios y ha logrado una obra que es como él: críptica, irregular, ampulosa, densa y egocéntrica. Y que desde luego no gustará a “todos los demás”.
Desde aquellos ya lejanos “Burning Blue Soul” (81) y “Soul Mining” (83), la obra de Johnson ha ido perdiendo progresivamente parte del poco optimismo que tenía hasta llegar a este “Nakedself”, un álbum oscuro cuyos textos se centran en la interiorización de los sentimientos. Alrededor de ese eje, que en este caso no resulta síntoma de madurez, Johnson y su banda actual transitan con altibajos por medios tiempos semi-acústicos (“Soul Catcher”), postales dedicadas a los Simple Minds (“December Sunlight”), abstracciones experimentales en onda Syd Barrett (“Diesel Breeze”), guitarrazos brit-poperos (“Voidy Numbness”), pequeñas píldoras de tristeza tipo Mojave 3 (“Phantom Walls”, tan lograda que casi parece escrita por Neil Hastead) o aullidos lisérgicos más propios de The Cramps o The Fuzztones (“Salt Water”).
La pregunta de siempre con Johnson: éste hombre tiene cosas que decir, pero ¡¿qué coño me está diciendo?!
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