En tono a tres ideas gira el nuevo disco del incansable Nach: los vicios y virtudes de su profesión (con canciones como "Todo o nada"), el cambio innegable que necesita el mundo ("Un momento clave en el planeta") y su propia persona y autoaceptación (presente en todas las canciones del álbum). Un esqueleto sólido sobre el que se sostiene uno de los mejores trabajos que ha publicado el alicantino en los últimos años. Y lo hace escapando del abuso del piano y recuperando el boom-clap noventero sobre el que tan bien se maneja, como podemos ver en dos grandes colaboraciones nos regala: con Residente, convincente y salvaje en "Rap bruto", y con Kase-O que, reconozcámoslo, nos deja un sabor de boca algo agridulce. Pero Nach, genial letrista y dibujante de estructuras rítmicas, ha querido ir un paso más allá huyendo de la monotonía en las producciones. Y eso, verle salir de su zona de confort, hace que "Almanauta" suponga un paso hacia delante en su música.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.