Mutter

No cabe duda de que Rammstein siguen haciendo malabarismos con el par de ideas con las que cuentan para dar formas a su cancionero. Desde “Herzeleid” juegan con las mismas estructuras, riffs similares, partes vocales dentro de los mismos parámetros y, por tanto, resultados algo repetitivos. Solo que, como consiguieron en “Sehnsucht”, acaban funcionando. Quizás sea por ese exotismo que consiguen a base de marcialidad, de riffs pétreos, de ese alemán crudo, de una imagen exageradamente industrial y un rock que lo es menos (sin trampas: Rammstein son una formación cien por cien heavy metal). Aunque los germanos no cuelan gato por liebre: lo suyo es obvio, directo, de tomar o dejar, sin dobles sentidos, así por la cara. Por eso continuaremos escuchando voces de soprano (“Ich Will”), estribillos contagiosos y machacones (“Sonne”), aunque en esta ocasión se les vaya la mano emulando a los Metallica del álbum negro en la titular “Mutter”. Y quizás solamente “Nebel”, la pieza que cierra el disco, sea capaz de aportar algo de luz a una propuesta conocida de antemano, tanto para lo bueno como para lo malo.