Synthesis de novo II

“Synthesis de novo II” es el nuevo álbum de Museless, el proyecto de la artista de Sabadell Laura Llopart, cinco años después de su primer larga duración, “Dichotomic History”. Se abre con “Lluny”, que funciona como prolepsis, mostrándonos ya la dicotomía con la que nos iremos encontrando conforme avanza. Sonidos ambientales, abiertos y fríos que generan espacios difíciles de distinguir y a su vez temas con ritmos y melodías mucho más marcadas que también incorporan la voz como un elemento que rompe con esta base oscura. Le sigue “Black”, de sonido oscuro como su propio nombre indica, denso aunque con pequeños destellos de luz y otro ejemplo del camino que Museless recorre en este “Synthesis de novo II”. “La Dama Turca” introduce las primeras voces del álbum y rompe la atmósfera diáfana que la artista crea con los dos primeros temas. Empezamos aquí a escuchar temas más upbeat, que irán apareciendo y haciendo de éste un álbum lineal en cuanto a narrativa pero con dinámica, cosa que permite que se entienda como una unidad y no como un conjunto de temas sueltos recopilados.

La contraposición entre la luz y la oscuridad así como la idea de “lo líquido” son los motivos imprescindibles que encontramos en “Synthesis de novo II”. Este sonido “líquido” encuentra su máxima expresión en “Coacerbados” y “La Peixera”, con referencias al agua y al mar.

Como decía al principio “Synthesis de novo II” es un álbum de contrastes, mezclando sonidos abstractos y etéreos con ritmos repetitivos y gélidos. A medida que las canciones van pasando el ritmo va siendo más marcado y repetitivo, dejando a un lado el paisaje desolado para llevarnos a una urbe cyberpunk en “Càpsida”, la cima del álbum, el núcleo de la historia que se desarrolla y que finalmente acaba con “Déu LSD”, un tema de recuerdos pop y sonidos oscuros y amenazantes, el canto de las sirenas que te lleva a un fatídico final, “si volguesis venir amb mi” (si quisieras venir conmigo).

“Synthesis de novo II” es un álbum con una estética sonora concreta, que nos lleva a recordar diferentes paisajes a medida que va progresando. En él podemos ver una mancha de gasolina en la carretera en un día de lluvia, una imagen que la portada ya nos puede llevar a descifrar, pero también una carretera con niebla donde los faros de los coches destacan pero se disipan, una ciudad desolada en la que sólo han quedado los neones o la inmensidad del mar sin tierra a la vista. En definitiva, una experiencia abstracta de contrastes unidos por un hilo conductor y que cada persona entenderá dentro de sus propios parámetros y experiencias.