Por mucho que nos quieran vender
la moto, el segundo álbum de Patterson Hood al margen de Drive-By Truckers,
suena a temas descartados por la banda, además de sonar a ellos. Me explico. En
el libreto del compacto, cada uno de los temas está comentado por el propio
Patterson y leyendo te enteras de que hay canciones con una antigüedad de
aproximadamente quince años y que, reunidas, conforman una especie de biografía
del guitarrista y cantante. Pero excepto el primer y contundente corte, que
además da título al disco, el resto del material es bastante intrascendente,
excepto para él mismo y para los fans más declarados de los camioneros. Esos
mismos fans se regodearán en las historias que plantea Patterson e incluso
defenderán que esta es una obra cruda y sincera. De acuerdo, pero yo que no soy
tan fan, prefiero esperar al nuevo larga duración de Drive By Truckers, en los
que el grupo y el propio Patterson establecen un filtro de selección de los
temas. Porque en "Murdering Oscar" hay mucho relleno.
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