Siento muerte

La angustia existencial aplicada a la música pop no tiene por qué derivar –casi–siempre en canciones lánguidas, narcóticas y taciturnas. Al diablo también se le puede hacer frente bailando, gritando, rodeado de amigos y rompiendo suelas completamente intoxicado por alcohol y sustancias. Lo que propone Mujeres en su quinto disco es lo segundo, un trabajo que sublima su instinto suicida y un nihilismo digno de las mejores películas de Abel Ferrera a través de una colección de hits de power pop cardíaco que deberíamos bailar hasta morir y que deberían sonar en nuestros funerales futuros.

“Siento muerte” representa la madurez del trio de Barcelona, que ya plenamente asentados en el castellano y con una imaginería lírica propia se presentan como unos Los Brincos pasados de speed y sin capas ni cascabeles pero igual de buenos que los autores de "Tú me dijiste adiós" a la hora de componer temas pop perfectos. Y es que esa es la gran obsesión de Mujeres, facturar canciones de energía febril y llenas de emociones que se quedan grabadas bajo la piel.

El nuevo álbum de Mujeres está repleto de guiños a la mejor canción de la historia del pop, el “Be My Baby” de The Ronettes, una impronta que se puede encontrar en las fantásticas “Tú y yo” o “Un gesto brillante”. Por primera vez en su carrera se atreven a transitar con éxito por el mismo terreno de los Ramones, los oh, yeah de “El momento exacto” que iluminan estrofas oscurísimas como “un cuerpo que ya no siente nada, no dolería ni una puñalada, pero hoy esa cosa que noté me dice que es el momento exacto”. “Cae la noche”, himno beodo dedicado al autosabotaje vital, finaliza con la siguiente frase: “Ahí me encontrarás, dispuesto a hundirme más”. Si Mujeres continúan sacando discos como “Siento muerte”, será un placer seguir hundiéndose con ellos. Lo haremos con el puño –izquierdo– en alto, con voz de cazalla y con las suelas rotas.