Magnetic Seasons

No hace falta insistir en la relación entre Liverpool y la psicodelia. “Tomorrow Never Knows”, “I Am The Walrus” y demás perlas de The Beatles dejaron una impronta indeleble que luego han continuado desde Echo and the Bunnymen a The Boo Radleys, Clinic, The Coral o el divertimento de Will Sergeant, Poltergeist. Mugstar se incorporaron hace ya más de una década a esta curiosa tradición local quizá enraizada en la necesidad de escapar a mundos mejores, más allá de los grises y opresivos paisajes industriales portuarios. Con referencias tan nobles como Hawkwind, Neu!, Can o Sonic Youth, tienen el honor de haber participado en una de las últimas Peel Sessions, en 2004…lo cual, casi siempre es garantía de calidad.

Desde 2002 han trabajado a destajo, sumando a sus incendiarios conciertos un reguero de singles, EPs y seis álbumes, y recibiendo atención discreta del público, algo mayor de la prensa especializada, aunque siempre desde los márgenes del underground, a años luz de bandas en coordenadas estéticas parecidas, como Toy. Quizá su momento haya llegado ahora, tras fichar por el sello de Mogwai, Rock Action. “Magnetic Seasons” se presenta, desde luego, como su disco más ambicioso: Compendio de su manera de entender la psicodelia instrumental con aliño post-rockero, es un doble álbum en el que se dejan llevar por el espíritu de improvisación que caracteriza su directo.

Reforzando la base rítmica y con un sonido más pesado, aquí, desde luego, hay material de sobra para dejarse llevar o incluso perder la cabeza: del vigor Zeppeliniano con ecos de Black Sabbath de “Unearthed” a la guitarra con wah de “Time Machine” o la atmósfera de “Magnetic Seasons” al riff de bajo de “Regency Blues”, Mugstar juegan con patrones repetitivos y vertiginosos cambios de ritmo para meter en trance al oyente. Lo consiguen, sin duda, aunque los 74 minutos del disco, con dos canciones por encima de los 15 minutos, se me hacen a todas luces excesivos, teniendo en cuenta, además, que el lenguaje de psicodelia kraut con uno ojo puesto en los 70 que defienden empieza a dar síntomas de agotamiento.