El tercer largo del jovencísimo cuarteto catalán Mourn supone un acto de reafirmación personal y creativo (no hay más que ver su portada), tras los problemas que atravesaron con su ex discográfica, pero también una vigorosa reiteración de su credo: ese indie rock fornido, de filiación noventera, crudo y vehemente, que se niega a ver estampado en su lomo una fecha de consumo preferente. El filo de sus canciones sigue ahí. También la ebullición que alcanzan a su mejor temperatura. Pero no se auguraría perdurabilidad si todo esto no fuera más que un cúmulo de ideas concretadas con mayor o menor inspiración y concierto, el simple resultado de ir apilando canciones como quien despacha rosquillas. No es así, por suerte.
Lo que revela"Sorpresa Familia" es una progresión palpable, que se cifra en su capacidad para secuenciar un álbum que desgrana apertura, nudo y desenlace. Una trama hercúlea que cobra sentido si se escucha de principio a fin, y que se nutre de perdigonazos de una vivacidad contagiosa (“Barcelona City Tour”, “Fun at the Geysers”, “Bye Imbecile!”), cambios de ritmo que romperán caderas (“Thank You For Coming Over”, “Doing It Right”) e incluso algún bienvenido receso con el que destensar su cableado eléctrico, como la elegíaca “Orange”. Los espectros de PJ Harvey o Sleater-Kinney son coordenadas que pueden orientar al neófito, pero en absoluto un dogma de fe para Jazz, Carla, Leia y Antonio, quienes progresan adecuadamente al tiempo que difuminan el rastro de sus referentes. Habrá que estar muy atentos a su traducción al escenario. Se presume más que suculenta.
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