Hay obras que aparecen como una suerte de eclipse, una luz que nos empuja a dar un triple salto mortal a cambio de una caída hacia arriba... Tras su prometedor EP “Lamentations” (16), eso nos ofrece Moses Sumney en su intimista y sobrecogedor debut “Aromanticism” y eso hacemos: Cogemos carrerilla y nos lanzamos a un cielo huérfano de estrellas, donde sólo brillan y nadan cuerpos desnudos en un océano de compartida soledad. Once pistas de evocadora sensibilidad que filtran la ausencia del amor eufórico, creando un paisaje sónico ensoñador donde perderse y encontrarse una y otra vez. Hasta el silencio se escucha y toca en las grietas que abren estos surcos atmosféricos de Art-soul fantasmagórico, folk electrónico y tropicalismo con alma de jazz, donde reina la celestial voz de Sumney y una instrumentación preciosista aderezada con una producción cuidada al extremo.
Moses Sumney pone en entredicho la noción hegemónica de amor idealizado, la idea de que somos mitades errantes, almas gemelas que “andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”. Sí, somos seres sociales y necesitamos interactuar con el otro, pero el encuentro no tiene por qué ser romántico, eso es una construcción social más y por ello, no es la única vía a seguir.
“Aromanticism” se ha ido fraguando y perfeccionando a los largo de estos tres últimos años, de ahí que sus escasos 34 minutos se antojen una delicatessen tan pulida y perfecta, habiendo anticipado a lo largo del camino pistas angulares como “Lonely World” (corazón de la obra que desquebraja la serenidad reinante en su crescendo electrónico final), “Doomed” (pregunta central por una existencia sin amor, donde la voz de Sumney toma vida propia y se extiende etérea por una atmósfera que crece como una enredadera de humo), o la acústica “Indulge me”, con una guitarra desnuda que se abre paso entre los ecos y capas que crean las cuerdas vocales de Moses.
El falsete extraterrestre de Sumney serpentea y brilla hasta cegarnos, ya sea en el minimalismo acústico o la orquestación clásica de “Plastic” y “Dont bother calling”, pasando por la música ambient y piezas más jazzísticas como “Quarrel” (genial el arpa y su sorprendente segunda parte cargada de psicodelia) o la sensual “Make out in my car”, con una omnipresente flauta que dulcifica las palabras.
Los pasos de Moses Sumney nos llevan de Nina Simone a Björk, pasando por Frank Ocean, Benjamín Clementine, Dirty Projectors o Sampha, pero con un discurso propio y una personalidad totalmente abrumadora. Ese potencial ya lo vieron y apadrinaron músicos y amigos como Sufjan Stevens, Karen O, James Blake, Beck o Solange, y muchos otros han colaborado directamente en este vibrante primer largo: Thundercat, París Strother (King), Matt Otto (Majical Cloudz) o Nicole Miglis (Hundred Waters).
“Aromanticism” es una oda a la soledad tan cargada de pasión, que su palpitante imposibilidad de amar te hará sentir el escalofrío del primer amor. Totalmente imprescindible.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.