Full Moon

Haciendo honor al título de su disco, Sanelisiwe Twisha presenta con su tercer álbum una exhibición completa de lo que puede conseguir como artista. Un universo de pop libre que se balancea entre sonidos urbanos y futuristas bajo la producción de Johan Hugo (Self Esteem). Una deslenguada apertura emocional, tan sexy como reivindicativa. “You're in pain, bitch ‘cause I'm paid, bitch”, suelta en esa enérgica “Gwara Gwara”, nombre de un baile africano, dejando bien claro que a veces en esta industria para crecer hay que hacerse fuerte, empujar y hacer lo que te dé la gana porque bastante tienes con la presión y el desprestigio que pueda llegar desde fuera.

Con “Full Moon” respeta su herencia, pero no tiene miedo a ponerlo todo patas arriba jugando a ese híbrido de dance futurista, multilingüe y alma funk que adorna con pequeños elementos directos de las bases de la música africana. Un paquete propulsado con unas letras rápidas y duras con mucho humor e ironía. Una ruptura de fronteras que viene de una artista que a sus cuarenta años su pilar sigue siendo el de respetar la originalidad de su proyecto y la creación de una identidad que la diferencie de cualquier otro dentro del mercado. Entre lo mejor esa especie de soft pop hit que es “To Kill A Single Girl (Tequila)” y que con una buena colaboración se podría levantar bien alto. Un gran tema de ruptura, de chupito tras chupito en la barra y mucho dolor que disfraza una vez más con extremismo en sus letras y esa máscara de protección para evitar que la dañen. Junto a esta, destacamos también ese mensaje de exploración sexual, liberación, descubrirse a uno mismo o eliminar prejuicios que inunda el álbum todo el rato. Un discurso que explota bien en esa “Sweet & Savage” de alma drum’n’bass y frases como “I like girls, I nibble on boys now and then. Slots open, are you gonna try and be an applicant?”. Porque si todos te miran desde fuera como un simple objeto de sexual, lo mejor que puedes hacer es apropiarte del discurso, disfrutar y responder.

En resumen, “Full Moon” es como una presentación formal de lo que Sanelisiwe Twisha quiere reflejar como artista y lo que nos deja ver de su complejo mundo interior. Por ello, da gusto también cuando entre tanta fuerza, rabia y pasión; se permite expresarse de una forma más vulnerable y nos cuela temas como “Mntanami” para exponer y debatir sobre su familia, su complejo pasado y realidad: “My daddy had ten wives, I was the tenth child from the fifth wife. Wasn't the best one, my daddy never had time. He was never mine”. Moonchild Sanelly quiere colarse de alguna forma en el pop de masas, pero marcando estilo. Y aunque es verdad que le está costando asentarse, pese a colaborar figuras tan increíbles como Beyoncé o Gorillaz. Sí que es cierto que nada más que escuchar esa apertura de disco con “Scrambled Eggs” y esa voz quebrada te das cuenta del potencial creativo que Moonchild Sanelly tiene en la sangre.