Montañas
vuelven a la carga. Nunca mejor dicho. Tras aquel revelador siete pulgadas para
Tres Pies ahora pasan a engrosar las filas de Gramaciones Grabofónicas con un
breve álbum en el que se ventilan nueve temas a la velocidad del rayo. O no tan
rápido: tal vez habría que decir a la de un asturcón, ese caballo enano orgullo
de las Asturias que inspira uno de los temas del disco y cuyo trotar parecen
intentar reproducir a lo largo de buena parte los ocho restantes. Con una
formación de dos percusionistas y guitarra, Montañas sólo se salen del guión
previsto (¡al ataque! Como buenos hijos bastardos de Billy Childish…) en el
instrumental “Fayuquín de Ponga” que sirve para tomar
aire antes de lanzarse otra vez a tumba abierta con un agro-punk construido a
partir de guiños locales a la Feria Internacional de Muestras de Asturias, las
vacas que pacen tranquilamente en los verdes valles o uno de los deportes
regionales favoritos: el levantamiento de barra de bar. Lo-fi con fundamento,
muy divertido y, lo más importante de todo, con personalidad. A ver si te
piensas que Los Planetas son los únicos que saben casar tradición y rock...
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