Estamos tan acostumbrados a lo políticamente correcto que a uno le da la impresión que hasta eso se ha contagiado a los músicos. Pocos, muy pocos grupos, nacen con ganas de tocarle las pelotas al prójimo, con ganas de provocar de la forma más directa e irónica posible. Por suerte no siempre ha sido así y The Locust (1994. San Diego, California) nacieron ya con la intención de decirle a los vecinos del barrio, a los profesores de su universidad, a los padres de sus amigos, a las novias que les dejaban, a los grupos emo y pop, a las multinacionales, a los racistas y a los homófobos estadounidenses e incluso a parte la gente que acudía a sus conciertos: “que os jodan a todos y tragaos esta tralla”. Y ahí siguen, quince años después, enmascarados y aún con Justin Pearson al frente (compartiendo su tiempo con All Leather).
Por eso no está de más que hayan recuperado cuarenta y cuatro piezas de su grind-math-core bruto, áspero y cafre en esta recopilación de su material en Gold Standard Laboratories. Escuchándoles me dan ganas de patear cosas y de tirarme cerveza por la cabeza, pero entiendo que a algunos de ustedes solamente les provoquen dolor de cabeza. Bien, en ese caso les remito unas líneas más arriba.
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