Monument
DiscosMolchat Doma

Monument

8 / 10
Raúl Julián — 13-11-2020
Empresa — Sacred Bones
Género — Post punk

El siempre fiable sello neoyorquino Sacred Bones ficha en firme a Molchat Doma para publicar su tercer álbum de estudio, después de que el año pasado reeditasen sus dos primeros discos, ‘S Krysh Nashikh Domov’ (Detriri, 17) y ‘Etazhi’ (Detriri, 18). Una obra en la que la formación bielorrusa incide sin tapujos en su mezcla de post-punk y new wave con origen en los ochenta y finales de los setenta, luciendo con orgullo en la solapa influencias evidentes que incluyen a Bauhaus, The Sound, The Sisters Of Mercy, The Cure y, por supuesto, Joy Division. Pero la asimilación de formas y maneras del trío se extiende y alcanza también a otros nombres como los de The Smiths, Orchestral Manoeuvres In The Dark –Aka OMD– e incluso los primeros Pet Shop Boys.

Porque si el grupo tiene en la oscuridad manifiesta de su música esa base sobre la que levantar un total de nueve nuevas canciones de trazo grueso y obsesión ochentera, no es menos cierto que los de Minsk hacen un uso vistoso y desprejuiciado de teclados y sintetizadores. Tanto que, puntualmente, incluso parecen apuntar al rincón más tenebroso de la pista de baile. Un contraste que resulta tan llamativo como en definitiva atractivo, sobre todo porque las piezas parecen encajar con naturalidad dentro de la línea argumental principal y que, junto a esas letras cantadas en su idioma materno, dotan al presente lanzamiento de cierto exotismo y una personalidad diferente. Todas las canciones lucen título en ruso, destacando las animosas “Utonut'” y “Discoteque” (de título revelador), “Otveta Net” con la alargada sombra de Ian Curtis haciéndose presente o “Udalil Tvoy Nomer”. También cuentan como aciertos el single “Ne Smeshno”, una “Obrechen” cuyo dramatismo resulta deudor de Morrissey y compañía, o la final “Lubit' I Vypolnyat'”.

Molchat Doma es un grupo de aspecto peculiar, con Roman Komogortsev, Egor Shkutko y Pavel Kozlov luciendo bigotes y cortes de pelo propios de otras épocas, mientras visten ropa de Fred Perry y artísticamente lucen anclados sin disimulo en tiempos pretéritos. Una claridad de ideas desde la que se manejan con soltura y habilidad, tanto que su popularidad ha ido creciendo exponencialmente fuera de sus fronteras. Este es, de hecho, un nuevo paso al frente y en firme del combo, que además ahora cuenta definitivamente con el respaldo de una discográfica de alcance internacional. Pero sobre todo porque ‘Monument’ se impone como un disco interesantísimo dentro del género, gracias a esas peculiaridades tan marcadas y los matices diferenciadores de su propuesta.

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