Desde que comenzase su proyecto en solitario en hace ya más de una década, Moisés No Duerme ha ido puliendo su estilo hacia un rap hermanado con funk y jazz. Su propuesta no se limita a bombo caja y sampleo, sino que absorbe instrumentos y elementos orgánicos que le dotan de una mayor riqueza gracias a la producción del colectivo navarro Argaya (del que el artista forma parte junto a otros nombres como Tarima Kendu, Ion Celestino, Jon Gómez o Iosu Ihabar). Una evolución que cada vez es más visible, como podemos comprobar comparando su anterior disco "La Aldea" y este "Arga", en el que va dejando de lado las influencias del rap más clásico inclinándose hacia un sonido más instrumental y orgánico lleno de matices y capas sonoras cuidadas meticulosamente.
Así es este "Arga", un trabajo fresco y ágil, alegre y dinámico, alejado de la oscuridad imperante en el rap actual donde las baterías pesadas y los ritmos melancólicos protagonizan la mayoría de las producciones. Y así, en las trece canciones que componen este LP Moisés nos traslada a atmósferas vivas, que fluyen con libertad como el río que da nombre al disco.
Moisés no está solo en su viaje. El disco incluye las colaboraciones de Mabreezee en "Corredor de fondo", Gazzela y Siroco Blue en "Color y volumen", Raimundo el Canastero en "Puro" o Huasi y Undiano en "Mapas por si te perdiste". Todos ellos se adaptan con nota a los ritmos elegantes y funkeros que, en su mayoría, podemos encontrar en este "Arga".
Moises, miembro del colectivo pamplonica Raperos de Emaus, nos propone con este disco lo que hoy en día podemos entender como un viaje al pasado. Un deja vú musical con el que nos vienen a la mente las raíces del rap procedentes de la música negra. Aderezadas, además, con el ingenio y la ironía de Moisés No Duerme a la hora de escribir las letras.
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