III

Modeselektor y Apparat han vuelto a unirse este año, y lo han hecho grabando un álbum que demuestra, una vez más, de lo que son capaces cuando se trata de texturas electrónicas. Desde que en el año 2003 saliera a la luz el EP “Auf Kosten der Gesundheit”, Moderat llamaron la atención del público y la crítica, que puso el grito en el cielo, por sonar deliciosamente atractivos e inquietantes. Seis años después llegó el turno de lanzar el álbum debut, homónimo. Toda una obra maestra que parecía imposible de mejorar. Pasa-ron cuatro años y nos volvimos a encontrar con ellos en Moderat II, más adictivos, más feroces y más creativos. Ahora, tres años después, llega Moderat III, la tercera entrega de su glorioso trabajo.

Moderat corre cierto peligro, un peligro que se debe a la magnitud de su excelencia pasa-da. No es fácil mejorar lo escrito, no es fácil superar las expectativas que el público ha depositado en el trío. Apparat y Modeselektor debían superarse a sí mismos en este nuevo disco, debían hacer algo nuevo que siguiera sonando a Moderat y que no perdiera la chispa que les hace tan especiales. La pregunta está clara, ¿lo han logrado? Sí.

Moderat III se acerca más al pop electrónico que al techno que caracterizaba los anteriores lanzamientos de los berlineses. La melancólica voz de Sascha, protagonista absoluta de esta edición, tiene esa mágica capacidad de crear elegantes y sensuales paisajes so-noros que, unidos a la contundencia e intensidad de Modeselektor, hacen de cada canción una explosión acústica. Si en su día confesamos haber caído rendidos a “Bad King-dom”, hoy no nos tiembla la voz al decir lo mismo de “Eatin Hooks” o “Running”, por no hablar de la soberbia “Ghostmother”.

Lo último de Moderat demuestra que al trío aún le falta mucho para dejar de captar nues-tra atención. Un disco que merece todo nuestro respeto, que demuestra una acertada evolución, encaminada esta vez a sonidos mucho más emocionales e introspectivos. Bass, soul, synth, dubstep… las canciones, sí, porque se les puede llamar canciones, de Moderat III no entienden de géneros, pero sí de majestuosidad y exquisitez. Otra vez lo han hecho, otra vez Moderat son los malditos genios de la electrónica contemporánea. Ahora solo falta morir de placer en su directo