Dogsbody
DiscosModel/Actriz

Dogsbody

8 / 10
JC Peña — 12-10-2023
Empresa — True Panther/Popstock!
Género — Post punk

Desde que el guitarrista Jack Wetmore y el batería Ruben Radlauer, amigos de infancia, decidieron montar una banda en el prestigioso Berklee College Of Music en 2016 hasta este debut largo (precedido por varios singles), ha llovido bastante. No es de extrañar que hayan destilado sus ideas en esta imponente y abrasiva ópera prima.

Model/Actriz son, junto a Water From Your Eyes (ambos, por cierto, telonean a Interpol), la penultima sensación de la inagotable escena neoyorquina. Recogen el testigo de los esquivos Liars, en el sentido de reinterpretar las bases del post-punk tan bailable como visceral en directos que, al parecer, son toda una experiencia. En realidad, siguen una larga tradición que se remonta a finales de los setenta y primeros ochenta, cuando en aquella ciudad, entonces inhóspita y hoy gentrificada, se retorcieron los límites de la música disco llevándola a la experimentación descarnada. La capital mundial de la vanguardia no parece haber dicho su última palabra.

Adorado por la crítica de su país, el cuarteto presenta sus credenciales con un disco que cautiva tanto como intimida. Diez cortes que insuflan turbio peligro –ese elemento cada vez más raro– a sus composiciones, con cortes de atmósfera viciada, ruidismo primario, tensión, guitarras disonantes que cortan como cuchillas y ritmo avasallador minimalista, como el single “Crossing Guard” o “Mosquito”, con una brutalidad eléctrica digna de los primeros Nine Inch Nails.

No está hecho para todos los paladares este crudo y austero híbrido de minimalismo industrial (“Amaranth”, “Pure Mode”), noise viciado y post-punk sin concesiones (incluso el remanso de paz de “Divers” tiene su lado oscuro, mientras “Sleepless” desemboca en una coda de incontenible tensión eléctrica), pero la banda dota de poder magnético a un despliegue en el que la cadencia hipnótica y expresiva del vocalista Cole Haden le da sentido a todo, hasta desembocar en la catarsis melódica y delicada de “Sun In”: la calma después de la tormenta.

 

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