Van ya tres años del exitazo de “Detroit”, que terminó de acercar a Miss Caffeina al gran público, y ahora la banda vuelve con un disco donde está bastante presente nuestra relación con Internet (“no es conceptual, en plan el último de The 1975, pero sí tratamos la cantidad de atención que nos están robando las pantallas”, nos aclaraban en una reciente entrevista) y donde se apuesta ya sin cortapisas por el pop y la electrónica. Con Max Dingel de nuevo en la producción, “Oh Long Johnson” está lleno de grandes temas desde que arranca con la canción homónima, una auténtica fiesta para disfrutar en esas malas rachas donde una pareja o un amigo te ayuda a evadirte. Pero la cosa no queda ahí, y sigue desde el reciente y sexual “Prende” hasta “Ausentes presentes”, la balada a lo Perales que podría repetir los logros del hit “Eres agua”, pasando por el funk que hay en temas como “Planta de interior”, o el oscuro estribillo instrumental de “Calambre”, que comparte temática (el bullying) con la que quizás sea la mejor letra que han escrito, la de “Reina”.
Desde una perspectiva distinta a la de “Calambre”, “Reina” es lo que más brilla en un disco donde pocas cosas no lo hacen: incluso temas supuestamente “menores” se pegan que da gusto y tienen momentos muy reivindicables, como ese subidón final EDM de “Cola de pez” o el potentísimo puente con la repetición de “los mismos putos errores” de “Bitácora”. Alberto, Sergio, Álvaro y Antonio firman, con “Oh Long Johnson”, su mejor disco y consiguen una maduración de su sonido en esta colección de temas con un considerable replay value que va mucho más allá de los singles.
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