La apuesta por el synth pop sin complejos podría ser una de las señas de identidad del último trabajo de Miss Caffeina. Pero no la única. “Detroit” ha puesto de manifiesto que cambiar está bien y que hacer siempre las mismas canciones es algo que no se plantean los madrileños. Un discurso que abanderan desde el conservadurismo guitarrero bien entendido que les viene acompañando desde sus primeros discos. En “Detroit” hay mucho sintetizador, sí, pero las guitarras prevalecen en temas como “El Rescate”, con potentísimos estribillos que se repiten durante el resto del disco, o también en “Desierto”. La canción, que no llega a traspasar la delgada línea que podría haber entre unos mal entendidos Depeche Mode y OBK, viene con sorpresa incluida. El inicio de corte electrónico va avanzando hacia un sonido de guitarras que acaba prevaleciendo sobre los sintes.
Las canciones de “Detroit” suenan a New Order pero también a Mecano, a Tino Casal, a Madonna, a la Motown o a los inicios del house en Detroit. Max Dingel, que ya dio soporte a Miss Caffeina en su anterior disco, “De polvo y flores”, firma la producción de un trabajo que habla de decadencia, de oscuridad y de rabia contenida pero desde un rock electrónico que, en ocasiones, como es el caso de “Ácido”, se transforma en música disco. Imposible no bailarlo. Álvaro Navarro, guitarrista, en colaboración con Marti Perarnau y Alberto Jiménez, se estrena como compositor gracias a este tema. Pero no es el único Caffeino que se inicia en la composición, Antonio Poza (Tonino), bajista de la formación, también prueba suerte con uno de los temas que aparecen en los extras del disco. Destaca la adrenalina y desazón de canciones como “Oh Sana”, la fortaleza de la inquebrantable “Titanes” o la delicadeza de los detalles de “Eres Agua”. El carismático Víctor Cabezuelo (Rufus T. Firefly) ha dejado su marca personal en muchos de los sintetizadores que suenan en el trabajo. Como así lo han hecho también Marti Perarnau (Mucho) o Jorge González (Vetusta Morla) que ha aportado algunas percusiones. Coki Jiménez (M-Clan), que ya acompañó a Miss Caffeina en la gira de“De polvo y flores”, ha vuelto a jugar un papel importante a la hora de conseguir las baterías que necesitaba este disco.
“Detroit” es un trabajo en el que el mensaje, la música y la imagen llevan una intención. Una manera propia de entender la música y la trayectoria personal de una banda de música. En una época en la que se habla más del color de pelo que llevas, que del disco que has facturado, bien por Miss Caffeina.
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