Mirrored

“Tras”, “Ep C” y “B Ep” -estos dos últimos reunidos posteriormente en un solo disco como “Ep C/B”-, Ep’s previos y lo primero que supimos de Battles, resultaron un fascinante campo de pruebas que demostraba que había vida tras Don Caballero más allá de la repetición de los patrones asentados por la anterior banda de Ian Williams. Aquellas referencias nos acercaron a un cuarteto que aplicaba las enseñanzas de Steve Reich a un formato de instrumentales con pulsión casi hardcore, algo en lo que sin duda tiene mucho que ver la pegada de John Steiner, quien en el pasado aporreó parches en Helmet. Pero con “Mirrored” se acaba la gaseosa y los experimentos tornan en un primer largo menos críptico y en el que ni una sola pieza es de relleno.

Lo primero que sorprende es el protagonismo que toma la voz en piezas como “Atlas” -el single-, “Ddiamondd” o “Leyendecker”, en las que se convierte en un instrumento más, con un efecto sobre las canciones similar al que producía Damo Suzuki en Can. La cita no es casual porque Battles también funcionan, como la banda alemana, como la suma de sus cuatro partes, cada una aportando elementos bien distintos: libertad jazzística en el caso de Tyondai Braxton, músculo en la percusión y matemática a las seis (doce) cuerdas. Con Tortoise de vacaciones en el planeta de Sun Ra, Battles apunta como lo más adictivo en el panorama del rock después del rock para la temporada 2007.