Amerikkkant

Los padres del metal industrial, Ministry, celebran su trigésimo séptimo año de vida con el lanzamiento de un disco crítico y punzante, “Amerikkkant”. En él se cultiva la tónica preponderante que define el último sonido de la banda, es decir, tonadas cargadas de dinamita metalera acondicionadas con altas dosis de esencia industrial. A su líder Al Jourgensen no se le pasa nada por alto, y aprovecha la ocasión para regalarnos una audaz crítica hacia la dirección gubernamental de Donald Trump, patente en temas tan emblemáticos e intensos como “Twilight Zone”, en el que se conjuga la acometividad metal con toda suerte de instrumentación neoclásica y scratches en pura herencia del hip-hop. Una inteligente y efectiva fusión de tendencias con la que el proyecto sabe rendir cuentas a su país. Y es que si por algo se caracteriza Ministry es por esa actitud crítica y visceral revestida a base de furor metal.

“Amerikkkant” está cargado de guindas explosivas que erizarán el vello corporal de uno de los señores más poderosos del planeta. No conviene dejar a un lado canciones como “Wargasm”, con la que se condena la guerra como medio efectivo para alcanzar intereses, o “Antifa”, que se acerca directamente al trash más clásico. Ministry no ha perdido la oportunidad de hacer referencias a la actual inflexibilidad política de Trump hasta en el título del álbum, condenando la intolerancia racial en sus tres K, acrónimo que sirve para nominar una de las organizaciones de extrema derecha que estructuran su idiosincrasia en el racismo y la intransigencia, el Ku Klux Klan.

Lo que queda claro es que el legado de Ministry sigue vivo y goza de buena salud, regalando un disco subversivo e incendiario. “Amerikkkant” es un fabuloso ejemplo de saña metal que atrapará a los fans de este género.