Mines
DiscosMenomena

Mines

6 / 10
Carlos Pérez de Ziriza — 12-09-2010
Empresa — City Slang/Nuevos Medios
Género — Pop

La creatividad de Brent Knopf es un pozo sin fondo. Hace cosa de un año compaginaba su trabajo al frente de Ramona Falls, su proyecto paralelo, con los últimos retoques a las catorce canciones que conforman el tercer largo de la banda de Portland. A tenor de su contenido, no se deduce que la criba haya sido cuantiosa. Porque si algo se le puede achacar a “Mines”, en comparación con su predecesor, el soberbio “Friend & Foe” (07), es su dispersión. El imaginativo cromatismo de Menomena sigue ahí: los cambios de ritmo, los giros inesperados, la molla instrumental de unas melodías que, en su mejor versión, perfilan un indie tan ensoñador como pleno de nutrientes no siempre fáciles de identificar, primo hermano de The Helio Sequence, Modest Mouse o Wolf Parade. El problema no reside tanto en la anulación del factor sorpresa que hace tres años jugaba a su favor (que también) como en la incontestable sensación de que, quizá en su intento por dar un paso adelante, se les ha ido algo la mano. El esbozo de “Lunchmeat”, la vacua grandilocuencia de “Sleeping Beauty” o “Five Little Rooms” (la sombra de Arcade Fire no siempre es benéfica) o la deriva de “BOTE” así lo ratifican. Aunque siempre nos quedará el divertido macho rock de “TAOS”, la planeadora “Dirty Cartoons” (su particular neo-psicodelia) y, sobre todo, la fantástica “Killemall”, la mejor concreción pop de un disco al que le hubiera venido bien no difuminar tanto sus contornos

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