En ocasiones, en esto del acto de crear, uno no es del todo consciente de lo que ha hecho hasta que se enfrenta al dictamen de los que le rodean y, por supuesto, también al juicio de la crítica. Uno siempre pone la mejor voluntad, pero hay condicionantes intangibles que juegan a favor o en contra. Uno de esos intangibles es el momento de gracia del grupo en cuestión, y Mine! han alcanzado con este álbum un nivel que será difícil de igualar.
Podrán mejorar su técnica instrumental, su método de grabación, el encaje de algún fraseo, pero será complicado captar de nuevo la esencia, la magia de unas canciones que conectan con el imaginario colectivo y popular. De entrada “Hankibar” es una especie de nana conmovedora y siniestra con una atmósfera perfectamente recreada. “Nùvol” tiene un estribillo arrebatador, y a lo largo de “La fi del món” se van deslizando ecos a Coldplay (“La cançó que sona de fons”), Radiohead (“Dimoni”), John Lennon (“Deutes”), a canción tradicional mediterránea (“Ivori”), aderezado todo con unos arreglos muy acertados y unos juegos corales que, junto al golpeteo del tambor, logran recrear cierto misticismo folk de lo más evocador.
Un álbum que, pese a alguna canción prescindible, puede marcar el inicio de otra prometedora carrera en la pujante escena catalana.
Buenísimo!
fantàstic!! collonut!!